El reconocimiento que Carmona le
ha hecho a Francisco Rodríguez Nodal es el justo pago a este artesano que ha
dedicado toda su vida a engrandecer el nombre de su ciudad, a través de su exquisita labor como ebanista, tallista,
pintor ó escritor. Es imposible enumerar en este reportaje el extenso
curriculum de Francisco, pero no podemos obviar que, desde que se formó en la Escuela de Bellas Artes
San Isabel de Hungría de Sevilla, su fecunda obra le ha llevado obtener, entre
otros, el Diploma de Honor de la Primera Feria de Muestra de Sevilla, el primer
premio en la 1ª Muestra Provincial de Artesanía, ó el Diploma del Ministerio de
Cultura en el concurso “Arte Joven”, amén de haber sido seleccionado por la
Diputación de Sevilla para participar en varias ocasiones en “Expo Arte”. En su
taller conviven piezas únicas que son testimonio de su extraordinaria labor de
investigador en la artesanía de la madera. Una impresionante réplica del Guernica de Picasso, tallada en
maderas nobles preside la muestra permanente que atesora su hogar. Allí se
abrazan a la vista, un estupendo mueble holandés que el talento de este
maravilloso hombre construyó a través de un sueño que tuvo, así como un
exquisito Bureau con ingeniosos cajones ocultos, o un Bargueño majestuoso en el
que se suceden los secretos del buen quehacer de este ebanista de primera (como
el imperceptible ensamblaje de lazo perdido, el torneado, la taracea, resortes
que esconden compartimentos invisibles), tableros de ajedrez, atriles,
acuarelas, tallas de santos, secretaires, bulls, y sobre todo su impecable
ejecución de esa técnica milenaria, descubierta
en las jamugas de los faraones, que es
la taracea. Es tan rica su obra que la gente de a pié no comprendemos de dónde
sacó tiempo Francisco para, además, escribir dos libros valientes que hablan de
las atrocidades de la guerra civil en Carmona, de la que Francisco fue testigo
en primera persona. El primero “Caínes del Amanecer” va por su cuarta edición y
es una lectura obligada en la que Francisco nos muestra la madreperla de su
corazón, que es la falta de rencor con
que nos describe unos horribles hechos que sufrió siendo niño. Su otro libro,
“Al paso alegre de la paz”, lleva el mismo camino, y ya va por su segunda edición. Enhorabuena, pues, Francisco, por tu
generosidad como artista, por tu compromiso valiente como ciudadano, y sobre
todo, por tu inmensurable patrimonio humano.
domingo, 23 de marzo de 2014
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