domingo, 6 de junio de 2010

COSER EL FUTURO

Se nos va la vida cosiendo y descosiendo el futuro. Anda que no le damos puntás. Le tomamos medidas a cada instante. Nos hacemos de dedal, alfileres y jaboncillo de marcar, y empezamos a hacer el patrón. Siempre hilvanamos lo más lejos posible. Nos proyectamos dentro de cinco, diez, quince años y le cogemos los dobladillos a la realidad para no pisarnos el presente. Después de pespuntear cada sueño, nos probamos cada noche nuestro futuro. Siempre nos queda algo largo, pero achicamos la sisa con imaginación, nos ceñimos el talle con deseos y "ya está": nos queda que ni pintado.

Tanta costura nos va dejando miopes y la visión se va haciendo borrosa con la distancia, por eso, nos ponemos las gafas de cobardes y vivimos con el ancla echada. No zarpamos ni a la tienda de la esquina sin hacer un cuaderno de rutas. Entonces nos excusamos con que nos calzan las circunstancias, con que nos viste la nómina, y es ahí donde empezamos a ser sólo presente, si acaso los sábados en la peña escupimos un "voyahacer", ó un "levoyadecir…un mucho de nada". Los anhelos se divorcian de nosotros por incompatibilidad de caracteres, y las ilusiones emigran al limbo de los no bautizados. La comodidad empieza a instalarnos en la inopia.

Esperemos que todo este galimatías político-emocional sirva, al menos, para amarrarnos al palo del sentido común como Ulises, para que ningún canto de sirena nos haga abandonar la nave de la izquierda. No, a España no la está destrozando la izquierda, no olvidemos que ha sido ese connubio ambicioso entre la banca,algunos empresarios deshonestos y otras faunas similares quienes inflaron esta bomba de relojería que ahora tenemos en nuestras manos y que quieren desactivar después de explosionada. No, todo este despropósito económico-laboral no lo solucionan los trabajadores, lo soluciona un trasplante masivo de cerebros. Cada vez que la derecha española enarbola la defensa del trabajador, se está subiendo a la proa del Titanic y, mientras grita: “ Soy el rey del mundo…”, lanza un escupitajo hacia delante, que el viento le devuelve. Amárrense fuerte al palo, votantes, y no se dejen engañar. Ni siquiera son sirenas, son gaviotas que nos quieren picotear las ideas.

4 comentarios:

  1. Magnifico articulo, felicidades...yo no me amarro porque estoy muy segura, Manolo, pero se ha de reconocer que este líder no da la talla, es bueno reconocer donde están los fallos...y a lo echo pecho.

    Por un momento pensé que habías cambiado tu oficio, por el de Victorio y luquino, lo dicho me ha encantado leerte.

    Saludos cordiales

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  2. Exquisito..más vale no dar la talla a que la talla la pongan los trajes del pp!!

    un saludo

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  3. Perdona Tomas, seguro que al ser sastre sabes mucho de tallas, pero yo no me refería a esa... ya se que lo entendiste, pero a mi no me sirve lo de "y tu mas" y es bueno, muy bueno saber donde están los fallos, para rectificar, y mi rectificación estaría en cambiar al líder.

    leíste lo que dije de que no me amarro... creo que queda claro en que lado estoy, sin acritud

    Saludos Cordiales

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  4. Gracias Loles, gracias Tomás. Ojalá aprendamos a cosernos la vida sin necesidad de sastres que nos impongan sus paños.

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